Estás leyendo AV&Coffee, newsletter semanal sobre la Asistencia Virtual que podrás leer en lo que te tomas un cafecito.
Y si acabas de aterrizar por estos lares, suscríbete aquí:
Podemos encontrar muchas derrotas, pero no debemos ser derrotados.
-Maya Angelou.
Valencia bajo el agua. Familias desplazadas, casas destrozadas, vidas rotas…
¿Cómo se supone que una sigue con sus tareas del día a día cuando no tan lejos hay personas viviendo su peor pesadilla?
Asoma LA CULPA.
¿La conoces?
Es esa vocecita que te dice que no es suficiente, que deberías hacer más, ser más, dar más. Puede parecerse al síndrome del impostor, aunque con matices.
Si eres madre, sabes de lo que hablo: ESA culpa.
Culpa de querer hacer más pero no poder.
Sentir que estás fallando al mundo. En todas las áreas.
Desde que emprendí, he visto a la culpa con muchos disfraces.
A veces es obvia:
Cuando un cliente te pide algo y no llegas.
Cuando tu peque quiere atención mientras tú sigues contestando emails.
Cuando el WhatsApp explota mientras solo pides paz silenciosamente.
Otras veces, la culpa se viste de dudas:
¿Esto merece la pena?
¿Estoy sacrificando demasiado?
¿Podría ser mejor, más rápida, más eficiente?
Ojo, a veces la culpa es buena.
Si tras sentirte que te consume el día a día en tu trabajo, que no soportas a tu jefe, vas a amargada a trabajar y encima sientes que eres un fallo como madre y como profesional, decides emprender y hacerte Asistente Virtual… casi la culpa te hizo un favor.
No voy a endulzar la culpa. A veces paraliza, a veces te consume.
He tenido varios episodios de culpa extrema estas semanas.
No poder bajar in situ a Valencia a hacer más.
No dedicarle ni el tiempo suficiente a AVSolidarias
No dedicarle el tiempo suficiente a mis hijos
No llegar a mis clientes
No dedicarle tiempo a mis formaciones
No dedicarme tiempo a mí en NADA (cero ejercicio, malas comidas, 5 cafés al día y 4 horas de sueño. Durante semana y pico).
Sentía que no le daba lo suficiente a nada, y no llegaba a nada, ni daba buen servicio a mis clientes.
Eso súmale la culpa de tener una casa, ropa para vestir a mis hijos, comida para alimentarlos… cuando hay gente que no (culpa que existe a diario con el tercer mundo o la pobreza, pero bastante silenciada, o no podríamos funcionar).
Hubo un momento que, por culpa de la culpa, di el 200%: en casa, en el trabajo, en AVSolidarias.
Peté.
No es sostenible, queridas, dar un 200%. Ni mental, ni físicamente.
Así que paré. Hice autocrítica.
He hecho todo lo que me he podido permitir hacer por Valencia, y sigo con pequeños granos de arena.
He gestionado todos los sentimientos.
Y me he dado permiso para seguir adelante sin culpa.
Porque ese es el melón con el que he abierto este email: ¿cómo sigues adelante con tu día a día?
Pues sin culpa. Sigues sin culpa.
Los negocios siguen, la vida sigue, porque la economía y por ejemplo el dinero que yo facture puedo usarlo para ayudar allí. Pero si no trabajo, y tampoco puedo bajar a ayudar, volvemos otra vez: no es un sistema sostenible.
Tres pasos para espantar a la culpa
Si la culpa te visita, prueba esto:
1️⃣ Acepta tus límites.
No puedes hacerlo todo. Haz una lista y prioriza lo que realmente importa.
2️⃣ Haz algo, por pequeño que sea.
Una donación, un mensaje de apoyo, o incluso un respiro para ti misma. Cada gesto cuenta.
3️⃣ Habla con otras personas.
En comunidad, la culpa pesa menos. Yo estoy liberando mi carga con esta newsletter, no te digo más.
Lo más importante, no estás sola
Como tú y como yo, estamos todos.
Y entre todos, tenemos que seguir adelante, sin culpa.
Un abrazo,
Esther
PD: Por cierto, dentro de poco te voy a enviar algo para ayudarte a cerrar el año y a planificar el siguiente. Desde el análisis y sin la culpa ni síndrome del impostor: con un plan debajo del brazo.
Pero será después del ruido del BlackFriday, que ahora estarás bombardeada de ofertas.
¡Atenta próximamente!
🟣 Esta semana en AV&Comunidad
🖥️ Nuevo TEC: Cómo calcular los precios para un servicio de mantenimiento web
En la comunidad:
Hablamos de Holded, Airtable, formularios, facturas, y cómo llevar a los niños callados en el coche.
🎙️ En el podcast: hablamos con Jokin Fernández sobre las preguntas poderosas.
y aun así, la culpa sigue haciendo de las suyas: escribo estas palabras a la 1.13 de la madrugada por la culpabilidad que me carcome si no sale esta newsletter el lunes, como debe salir…